Bajo los cimientos de la ciudad de Rockwall, Texas, se esconden unos enormes muros que protegen pasillos, salas y rampas que se adentran en las profundidades de la tierra. Desde 1850 se han realizado centenares de excavaciones que han destapado una enorme ciudad de 20km2 cuya antigüedad podría superar los 20.000 años.