Tarata

miércoles, 13 de mayo de 2020

FREPAP pide declarar de interés nacional la construcción y la reconstrucción de ANDENES para mejorar productividad agrícola


El congresista Alfredo Benites Agurto de la Bancada del Frepap, ha presentado el PL 5103, que declara de interés nacional la construcción, reconstrucción y la promoción del uso de andenes para el beneficio de los pequeños agricultores de la costa, sierra y selva.

El objetivo de este proyecto de ley es mejorar la productividad agrícola de los campesinos.

Los andenes son parte de los paisajes del Perú, no sólo de la sierra, sino también de la costa y la selva, donde han sido registrados. Aunque son pocos los que todavía son utilizados para la actividad agrícola, son una herramienta de gran utilidad para los pequeños productores.


¿Qué son los andenes?

Los andenes tienen varios componentes: reservorios, canales, muros de contención y plataformas de cultivo. También hay andenes de secano, que sólo se abastecen de la lluvia. Son de gran importancia en el contexto del cambio climático, pues no sólo contrarrestan la erosión sino que optimizan el uso del agua.

Los andenes retienen el agua y por ello se necesita regar menos veces. También contrarrestan las heladas sobre todo de los cultivos ubicados junto a los muros. Además, desempeñan otros servicios ambientales, cumplen fines estéticos, posibilitan el turismo, etc.


¿Qué tipos de andenes existen?

Hay varias propuestas de clasificación: una de ellas es la de la arqueóloga Ann Kendal. Ella identifica tres tipos de andenes y un tipo de terraza. Así tenemos el “Andén Tipo 1”, cuyo perfil de la plataforma es horizontal, el muro de contención es inclinado; el “Andén Tipo 2”, que tiene un perfil de plataforma horizontal y un muro de contención vertical; el “Andén Tipo 3”, cuya plataforma es inclinada y su muro de contención es rústico.  Además, identifica una “Terraza de suelo-labranza Tipo 4”, que es formada por erosión y apisonamiento. El mejor obviamente es el andén Inca, el Tipo 1. Hay también otras propuestas de clasificación. En mi opinión, se complementan las clasificaciones propuestas.


¿Qué cultivos se siembran en los andenes?

Depende del piso ecológico en que están los andenes. En la Yunga si tienes agua puedes tener casi de todo; en la Quechua (2.300 a 3.500 msnm), todos los cultivos nativos y de los introducidos: trigo, cebada; en el SUNI (3 500 a 4 000 msnm), cuarenta años atrás solo tenías algunas variedades de papa amarga, cañigua y cebada. Ahora todo lo que se daba en la parte alta de la Quechua ya se está dando en el Suni (arvejas, habas, quinua, cebolla, para dulce (la papa no amarga). La papa amarga ha dejado el Suni y ha subido totalmente a la Puna (4.000 msnm y más). Yo creo que ya debe estar en los 4.600 o 4.700, pues a fines del siglo XX en una de las áreas de nuestros estudios estaba a 4.500 msnm.

¿Qué nos han permitido los andenes en términos de cultivos?

Esa  inmensa transformación del paisaje, de las laderas mediante andenes, ha posibilitado una agrobiodiversidad muy importante para la humanidad. Con otros países de montaña somos el banco genético del mundo, la caja fuerte del futuro, sobre todo en el contexto de una crisis alimentaria. Esa es la importancia de los andenes en nuestro país.

Deberíamos saber negociar sobre ese privilegio que nos dio la naturaleza y aprovechar del trabajo de nuestros antepasados y seguir construyendo andenes donde no los hay. En primer lugar debemos pensar en asegurar los alimentos para nuestra población, pues tenemos el potencial ecológico para una soberanía alimentaria.


¿Qué se conserva ahora de ese patrimonio heredado?

Nuestros campesinos son los que están conservando in situ, es decir, en producción ese conjunto de especies y variedades que nos donaron los antepasados, y aún más siguen aclimatando. Por ello es tan importante que no desaparezcan los parientes silvestres de nuestros cultivos. Hay que prestar mucha atención a los caminos que siguen las semillas para apoyar que se siga haciendo.

Son las comunidades campesinas cercanas a las grandes ciudades, las que han ido perdiendo su agrobiodiversidad (alfalfa, plantas aromáticas, plantas medicinales, flores) han ido desplazando a los cultivos nativos nutritivos. Cortan y venden para conseguir arroz y fideos. Por ello, los proyectos de recuperación de andenes tienen que desarrollar programas integrales donde se trabaje con las mujeres para recuperar los cultivos nativos más nutritivos, que por suerte hoy tienen un reconocimiento y también un buen precio en el mercado. Pero en primer lugar hay que recuperarlos para alimentarnos mejor, para que las mismas familias campesinas se alimenten mejor. Por suerte en algunas comunidades todavía hay una buena conservación in situ, que el Estado en sus tres niveles debería apoyar decididamente.


¿Qué debemos hacer para recuperar los andenes abandonados?

Necesitamos contar con presupuesto en los tres niveles del Estado para que la recuperación y ampliación de andenes sea una actividad priorizada y permanente.

Aceptamos que somos un país megadiverso, pero como si tuviéramos disonancia cognitiva preguntamos “¿cuál es la estrategia”? Como si fuera posible una sola estrategia para un país megadiverso. Entonces, si los andenes juegan un rol tan importante en la adaptación al cambio climático, tiene que haber un Plan de Recuperación de Andenes como parte de esa Estrategia. Un plan que responda a cada situación concreta de manera participativa con todas las instituciones, actores económicos y sociales de cada región, sino se queda en  papel. Además, en un país como el nuestro un Plan Nacional de Recuperación de Andenes debería ser la sumatoria de los planes a nivel de los Gobiernos Regionales y Locales, hechos en cada caso de manera participativa.

Fuente: T21Noticias/Agraria.pe

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