Los partidos políticos de la oposición e inclusive algunos que han coqueteado con el gobierno de Michel Temer, como el Partido Socialista Brasileño, discuten esta mañana la presentación conjunta del pedido de impeachment contra el jefe de Estado. Afirman que el diálogo grabado por el empresario Joesley Batista, dueño del frigorífico JBS, donde Temer habría apoyado el pago sobornos al ex diputado Eduardo Cunha a cambio de su silencio, constituye una “grave” irregularidad según sostuvo el diputado de Red Sustentable Alessandro Molon. Cunha fue presidente de la Cámara Baja y el iniciador del juicio político contra Dilma Rousseff.
Pero hay otras movidas más pesadas. El Partido Sociademócrata (PSDB), que es socio de Temer, no solo amenaza con salir de la coalición de gobierno, lo que paralizaría a la actual gestión del Ejecutivo y al Congreso, sino que además está pidiendo en estas horas la renuncia del Temer.
El presidente del PSDB, Aecio Neves, también aparece en las grabaciones divulgadas ayer, pidiendo una coima de 20 millones de dólares. Sus oficinas en el Congreso hoy fueron allanadas y ya existe una orden de detención en su contra. Su hermana, Andrea Neves, implicada en el escándalo ya fue detenida.
En tanto, el socialista PSB, que tiene un ministro en el gobierno, afirmó que la situación de Temer “es insostenible”.
Además, los jueces de la Corte Electoral deben decidir el próximo 6 de junio si anulan el mandato electoral conferido a la fórmula Rousseff-Temer por uso indebido de fondos no declarados. Durante la semana, la tesis que parecía predominar entre los ministros de ese tribunal era la de eximir a Temer de toda responsabilidad y cargar las tintas sobre Rousseff. En ese caso, no iba a peligrar el puesto del jefe de Estado. Pero a partir de la denuncia de Batista, y sobre todo de las grabaciones probatorias, los ministros de esa corte electoral manifestaron serias dudas sobre esa alternativa. No tendrían cómo evitar la sentencia contra Temer que implicaría su dimisión del cargo. En una reunión de emergencia con sus colaboradores anoche en el Planalto, el presidente -según dijeron- se preocupó con esta alternativa que podría conducir a su alejamiento del poder.
El gobierno ha decidido, por ahora, mantener todas las actividades que fueron planificadas para el día. La orden bajada por el Palacio del Planalto a sus ministros es que mantengan sus agendas. El propio presidente Temer debe seguir “con normalidad” todos sus compromisos, según revelaron fuentes de Brasilia. “El país no puede parar”, sostuvo el ministro jefe de gabinete Eliseu Padilha.
Temer le solicitó al titular de la Cámara de Diputados Rodrigo Maia que mantengan el ritmo de trabajo en el Congreso, donde se discuten dos reformas consideradas claves: la laboral y la previsional. Las mismas fuentes de Brasilia indicaron al diario Valor Económico: “El presidente no va a renunciar. No hay la menor chance de que eso ocurra”.
Entre tanto, ayer por la noche se produjeron las primeras manifestaciones en Brasilia y en San Pablo en demanda de la salida del jefe de Estado.
La consigna que se propagó es: “Fuera Temer. Elecciones directas ya”. Hoy por la mañana hubo otras expresiones de profundo malestar público. Los autos que pasaban frente al palacio presidencial tocaban bocinas y gritaban: “Elecciones ya”.
Anoche hubo represión en las inmediaciones de la casa de gobierno brasileña; policías arrojaron gases lacrimógenos contra manifestantes que se habían acercado al edificio. Ahora, ese palacio está protegido por un fuerte operativo policial y del Ejército, que quieren impedir según dijeron que los manifestantes entren a ese edificio.
Fuente: ElClarín
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