Tarata

jueves, 25 de mayo de 2017

El 06 de Mayo de 1993 el Gral. Robles Denunció la Política Criminal del Gobierno de Fujimori


6 de mayo de 1993. Gesto en defensa del derecho a la vida y el honor del ejército. Era el 3º en el escalafón de su instituto. Lo perdió todo cuando se rebeló contra Fujimori , Montesinos y Hermoza . Ahora él está libre, y ellos presos.

El manuscrito de 8 páginas, de puño y letra del general de división Rodolfo Robles Espinoza, fue leído –casi gritando– por su esposa Nelly Montoya en una improvisada sala de prensa del Grand Hotel Miraflores, a las 2.30 de la tarde del jueves 6 de mayo de 1993.



Solo para ese efecto, la señora Montoya había abandonado la embajada norteamericana, donde desde el día anterior se habían refugiado ella, su esposo y sus dos hijos militares. El documento estaba ordenado en 4 puntos que los periodistas escucharon atónitos.

Nelly Montoya, esposa del General Robles.


LA OJIVA DEL MISIL 

El punto 1 ratificaba la existencia de un “destacamento de operaciones especiales”: el grupo Colina, es decir, un Escuadrón de la Muerte. Los nombres y grados de sus jefes operativos: Martin Rivas y Carlos Pichilingue. Y la cadena de mando a la que respondían en cuya cúspide estaban Vladimiro Montesinos y Hermoza Ríos.

Incluía un relato detallado del operativo de La Cantuta y la participación de la División de Fuerzas Especiales comandada por Pérez Documet y del Batallón de Comandos dirigido por el comandante Guzmán Calderón.

El cuadro se completaba con la referencia por vez primera de COPRANSA, la empresa de fachada del grupo Colina.



EN LA VÍSPERA 

Por su parte, Hermoza Ríos y Montesinos desde el día anterior habían ordenado sacar tanquetas a las calles de Lima. Su propósito era hacer creer que el general Rodolfo Robles promovía un golpe de Estado, y de ese modo justificar las medidas en su contra.

Con ese mismo fin, un oficial de alto grado llamó a Robles. “Mi general –le dijo–, vaya usted al estado mayor del COINDE (la gran unidad que comandaba Robles) y levántese en armas que todos lo vamos a apoyar. La Primera y la Tercera Región ya están coordinadas, la Cuarta y la Quinta se plegarían”. Era una trampa tendida.

¿QUÉ HABÍA PASADO? 

Todo comenzó en abril de 1993. El general Rodolfo Robles había recibido información de camaradas de armas de su más absoluta confianza acerca de la actuación del grupo Colina y de los crímenes que venía cometiendo, tales como Barrios Altos, el asesinato de los ingenieros japoneses y La Cantuta.

Convencido de la ilegalidad de estos hechos y del desprestigio que causaban a su instituto, decidió informar del caso al presidente del Consejo Supremo de Justicia Militar, general de brigada José Picón Alcalde, por añadidura su compadre. Sostuvo con él dos reuniones el 17 y el 26 de abril. En ese lapso se produjo la amenaza de Hermoza a la comisión congresal que investigaba el caso La Cantuta y los dos mítines de tanques en apoyo del comandante general.

En esa ocasión, Robles eludió leer un comunicado de respaldo a Hermoza Ríos. Pero para entonces este ya estaba advertido del secreto que manejaba Robles y de su disposición a denunciarlo. ¿Cómo se enteró Hermoza Ríos? El compadre Picón tenía la respuesta.



TODOS LOS AGRAVIOS 

A fines de abril, Rodolfo Robles fue relevado de la jefatura del COINDE (Comando de Instrucción y Doctrina del Ejército) y destacado como representante del Perú ante la Junta Interamericana de Defensa (JID) con sede en Washington.

En simultáneo su hijo mayor José, con el grado de capitán, fue comisionado a Zona de Emergencia (Ayacucho). En tanto que al menor, teniente Rodolfo, le aguardaba una acusación de colusión con el narcotráfico, según información confidencial de un oficial cercano ala familia. La versión de esta fuente familiar no descartaba la eliminación de los hijos.

Lo que vino luego es inaudito: Rodolfo Robles fue declarado traidor por un colectivo de 54 generales, borrado del escalafón del Ejército, vilipendiado en un panfleto militar, privado de beneficios sociales y profesionales básicos y sometido a las peores humillaciones.Los congresistas del oficialismo pusieron su cuota: “Monumento al deshonor” (Enrique Chirinos Soto), “No tiene autoridad moral” (Rafael Rey). En 1996 fue objeto de un secuestro al paso. Hasta que el año 2003 fue, al fin, reivindicado.

Gral. EP (r) Rodolfo Robles Espinoza declarando en Mayo del 2008.

Datos 

Crueldad. Después de la denuncia del general Robles, la cúpula castrense dio la orden de desaforar del Hospital Militar a su señora madre, doña Estefanía Espinoza, de 83 años. La abandonaron en los pasillos por dos horas. Sufría de hipertensión y cardiopatía hipertensiva.

Operaciones. En marzo último, la salud del Gral. Robles decayó. Lo operaron del corazón, en Guatemala, donde hoy reside.

Gral. EP (r) Rodolfo Robles Espinoza declarando en Mayo del 2008.

“Todavía existe encubrimiento” 

“Como peruano, sentí orgullo de que el país tenga las suficientes reservas morales para enfrentar a esta mafia que nos gobernó en la década de 1990”, opinó Rodolfo Robles al referirse a la sentencia a Alberto Fujimori.

Pero “todavía existe encubrimiento e impunidad incrustada en los esfuerzos por combatir a la corrupción e investigar y sancionar la violación de DDHH. El Gobierno próximo debe tener como eje fundamental la lucha contra la corrupción”.

“El entorno de la candidata de Fuerza 2011 está replicando los principales personajes que gobernaron los 90. Si aplican las mismas concepciones y métodos del fujimorismo, se tendrán los mismos resultados: enriquecimiento ilícito, ataques a la libertad de expresión, persecuciones políticas, impunidad, entre otros”.



Fuente: LaRepública (06/05/2011).

No hay comentarios :

Publicar un comentario

Nos importa tu opinión. No te vayas sin comentar.

//