Tarata

martes, 18 de octubre de 2016

Cayetana Aljovín Mantiene en Abandono los Programas Sociales


Con el nuevo gobierno los programas sociales están siendo dejados de lado, ninguneados o desarticulados. A dos y medio meses de gobierno, el destino del Ministerio de Inclusión y Desarrollo Social - MIDIS y sus programas sociales parece ser el cajón de los recuerdos. Esto está muy mal. Por más fotos que Nadine se haya tomado sonriendo en repartos e inauguraciones, los programas sociales se requieren en la lucha contra la pobreza y la necesidad.

Repasemos los hechos. ¿Ha escuchado usted, amigo lector, alguna iniciativa de este nuevo gobierno en relación a los programas sociales? Nos referimos a los desayunos escolares de Qali Warma, la ayuda de Pension65 a los ancianos en extrema pobreza, el programa Juntos que otorga 200 soles bimestrales a madres rurales para que envíen sus hijas al colegio y centros de salud, y CunaMás para promover el desarrollo integral y la estimulación temprana de los niños menores de 3 añitos.

¿Alguna noticia sobre estos programas? ¿Se ha detectado algo por mejorar? ¿Hay alguna nueva zona a la cual se vaya a llegar? ¿Se plantean resolver problemas detectados? ¿Pondrán en marcha la idea del “adelanto social” que PPK propuso en campaña? No. La ciudadanía no ha escuchado nada de nada.


Las necesidades siguen tras veinte años de crecimiento minero


Pero la pobreza no se ha acabado y serios problemas sociales nos siguen afectando. La anemia, esa deficiencia de glóbulos rojos en la sangre que quita posibilidades de aprendizaje a nuestros niños más pequeños, alcanza al 44 por ciento de nuestra infancia, llegando en Puno hasta el 76 por ciento. Pero la anemia no se restringe a las zonas rurales más alejadas, el 40 por ciento de niños en zonas urbanas también la sufre.

En pleno crecimiento económico la anemia ha estado subiendo, mostrando claramente que los problemas de mala alimentación no se solucionan automáticamente con un PBI más alto. ¿Alguna propuesta o medida al respecto, Presidente Kuzynski, señora ministra del MIDIS?

Otros programas sociales requieren mejoras y ampliaciones. Por ejemplo, Pensión65 llega ahora a medio millón de ancianos pobres, pero deja totalmente fuera a todos los que viven en las principales ciudades: ¿acaso en Lima, Arequipa, Chiclayo, Piura o Cusco no hay ancianos pobres? Además, ¿de versas creen que 125 soles mensuales alcanzan? Diversos países vecinos con menor nivel de PBI, es decir con economías más ajustadas, tienen programas de pensiones asistenciales que llegan a toda la población, como en Bolivia. No debemos quedarnos parados en este terreno.

Pero Pension65 es solo un caso. Veamos el conjunto del MIDIS, que para el 2017 está pidiendo la misma cantidad de dinero con la que abrió su presupuesto de este año, a pesar de que el alza de precios, el aumento de la población y las necesidades siempre crecientes hacen indispensable que se requiera más presupuesto sólo para ponerse a tono con el avance de los tiempos. Se anuncia un ligero aumento de presupuesto para el programa Haku Wiñay para mejorar productividad e ingresos campesinos, pero muy lejos de lo necesario: seguirán llegando a menos del 5 por ciento de la necesidad.

Ministra de Confiep

La ministra del MIDIS se llama Cayetana Aljovín. Nadie sabe que haya tenido alguna participación, conocimiento, expertise, estudios o gestión en programas sociales. Lo que sí sabemos es que, antes de ser nombrada ministra, era VicePresidenta Ejecutiva de la CONFIEP, el gremio de los grandes conglomerados económicos, los bancos y los extractores de recursos naturales. Antes trabajó en la empresa Calidda, empresa colombiana responsable de que las conexiones de gas en Lima hayan avanzado a paso de tortuga (porque conviene a su interés empresarial, claro). Luego estuvo en la consultora de comunicaciones para grandes empresas Llorente&Cuenca, cuyos clientes son Backus (sí, donde Fernando Zavala era Gerente General), LAP (Lima Airport Partners), Microsoft, Scotiabank, Antamina. No parece precisamente un ejercicio profesional muy cercano a la ayuda a los pobres, las familias campesinas y los adultos mayores en pobreza. Para nada. Sí muy cercano a la Confiep.

Su falta de conocimiento en los programas sociales ha quedado demostrado en unas declaraciones suyas indicando que el único programa que contaba con una evaluación de impacto era Haku Wiñay de Foncodes. Lo cierto es que, sólo considerando el Programa Juntos, éste tiene una media docena de evaluaciones de impacto, que determinan sus efectos sobre la asistencia infantil al colegio y a los centros de salud, sobre la pobreza y los ingresos, sobre la desnutrición crónica y sobre el empoderamiento de las mujeres. Esas evaluaciones están publicadas en libros y revistas académicas. Pero ya antes de 28 de julio estaban hechas varias nuevas evaluaciones de impacto de otros programas sociales.

Esto no era nada secreto. La ex - ministra Trivelli escribió a fines de julio en un diario nacional que “Los programas sociales tienen, todos, evaluaciones de impacto, algunas en marcha y otras terminadas. Las concluidas encuentran que Haku Wiñay, el servicio de acompañamiento a familias de Cuna Más y Pensión 65 tienen impactos significativos y positivos en sus usuarios, y que son rentables para el Estado”.

En su ignorancia, Aljovín escogió la peor forma, por falsa, de distanciarse del gobierno anterior: reclamar por la inexistencia de evaluaciones de impacto. Hubiera en cambio remarcado que los programas sociales no deben usarse clientelistamente, como hizo el gobierno anterior. Uuuups, eso hubiera implicado criticar al fujimorismo, en cuyo gobierno Aljovín tuvo varios cargos destacados en la PCM y el MEF.

Pero en lo que sí ha demostrado ser muy capaz la ministra es en mover influencias para evitar que malas noticias empañen su gestión. Luego de que Aljovín dijo que no había evaluaciones de impacto, la ex – ministra Paola Bustamante dio una entrevista para “El Comercio” sobre el tema, pero las influencias de la ex - VP de Confiep impidieron su publicación. No fue la primera vez que Aljovín lograba cambios en “El Comercio”, como hace unos años demostró IDL-reporteros (ver https://idl-reporteros.pe/para-que-sirvio-el-media-training/).

Visión empresaurial

La ministra Aljovín se ha demorado buen tiempo en nombrar a sus viceministros, demostrando que no estaba preparada para el cargo. Tuvieron que pasar más de dos meses para que nombrara al nuevo viceministro de prestaciones sociales, responsable de todos estos programas sociales que manejan más de 4 mil millones de soles al año. Ha puesto en esa función a una persona que no tiene ninguna experiencia de trabajar en el estado y mucho menos en programas sociales ayudando a la gente pobre. Su experiencia es haber sido gerente de Neptunia, una de las empresas del Grupo Brescia, uno de los conglomerados económicos más poderosos del país (la conexión Confiep funciona). En Neptunia, Michel Macara Chvili se encargó de hacer funcionar los servicios de terminales de carga de importación. Con el mismo perfil y de la misma empresa viene el nuevo jefe de Qali Warma, responsable de dar alimentación segura a 3 y medio millones de escolares. ¿Habrán ellos visitado alguna vez un pueblo rural fuera de un fugaz paso vacacional, conversado con una madre campesina o visto cómo trabaja un técnico sanitario de una posta alejada?

La visión de los programas sociales que puede tener un gerente empresarial no pasa, en el mejor de los casos, de pensarse como un proveedor (en el peor, es una “mina de oro, como diría el ex – asesor presidencial Carlos Moreno). Para ellos el problema es sólo logístico: como comprar y distribuir alimentos, plata o servicios. Les cuento algo: hace casi dos décadas (¡) una de las primeras evaluaciones de impacto de los desayunos escolares, hecha por los expertos Ernesto Pollit, Enrique Jacoby y Santiago Cueto, encontró que este programa reducía la anemia y el hambre, pero no mejoraba el rendimiento académico: los niños no aprendían más. Ojo que ese es el objetivo principal de este tipo de programas: que los niños aprendan más. Los resultados de esa evaluación de impacto mostraban que el asunto no es solo entregar el alimento, también saber cómo se procesa y organiza la comida en las aulas. Ojalá los gerentes de Neptunia puedan aprender rápido y cambiar de forma de pensar, aunque lamentablemente tengo poca fe en eso.

Lo que está muy claro es que el actual MIDIS calza perfectamente con la política pepecausa: restringir el gasto social mientras se reduce impuestos a los grandes conglomerados. Eso mantendrá a la economía interna lejos del crecimiento requerido para generar empleos y se traerá abajo la popularidad de PPK en unos meses. Pero al Grupo Brescia sin duda le parece muy bueno. No es de extrañar, por eso, que la nueva ministra ha dicho que Pensión65 “ya llegó a su meseta”, es decir, que no tiene intención de dar ayuda alguna a los cientos de miles de ancianos pobres que, sobre todo en las ciudades, todavía carecen de un sustento económico que les permita manejarse con un mínimo de autonomía y dignidad. Es que, para este gobierno, mientras haya menos gasto social se necesitará cobrar menos impuestos a los ricos. Casi parece como si Cayetana Aljovín no hubiera dejado de ser VicePresidenta de la Confiep.

ALARMANTE ABANDONO DE LOS PROGRAMAS SOCIALES
(Artículo publicado en Hildebrandt en sus Trece el 14 de octubre de 2016)

“Debemos aspirar a ser un país que no requiera un Midis”, dijo Aljovín en una entrevista para El Comercio, pero no creímos que sería tan pronto.



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