Tarata

viernes, 9 de enero de 2015

Historia de una Fotografía que hizo Historia


Hola a todos y todas. Les recomiendo este post. Era el 2 de enero de 1998, en el campamento de X’Oyeb, Chiapas (días antes, el 22 de diciembre de 1997, habían sucedido la masacre de Acteal, en Chenalhó, miles de indígenas se habían refugiado en campamentos improvisados para huir de la violencia paramilitar), el Ejército mexicano pretendía desmantelar dicho lugar, pero los ánimos estaban encontrados.

Aquella mañana, las mujeres tzotziles  rodearon a los militares para impedirles el paso. Entonces Pedro Valtierra, fotógrafo de La Jornada, se metió en en medio de los empujones y gritos. Telefoto en mano, comenzó a disparar su cámara, a un metro de distancia. Esa foto pasaría a la historia símbolo de la rebelión indígena en Chiapas, del dolor y la rabia tras la masacre de Acteal, un crimen de Estado que todavía sigue pendiente de justicia y donde murieron 45 indígenas que rezaban, la mayoría mujeres y niños.



Pedro Valtierra un fotoperiodista mexicano al que se ha comparado con Robert Capa o Henry Cartier-Bresson, a quien considera sus maestros.

Pedro Valtierra escribió estos días en su tuiter: ‪@PPvaltierra: “Hoy hace 17 años tome esta foto que muchos quieren y eso estimula pero duele que las cosas empeoren”



Matanza de Acteal, crimen de Estado

El 22 de diciembre de 1997, en Acteal, municipio de Chenalhó, Chiapas, paramilitares del PRI, armados y entrenados por soldados, asesinaron a 45 indígenas, la mayoría mujeres y niños, que rezaban fuera de una ermita. Militares y policías se mantuvieron a 200 metros, pero no intervinieron. Las autoridades estatales y federales fueron informados de los hechos y tampoco hicieron nada.

Era una masacre anunciada y fue inducida por el gobierno de Zedillo para justificar la ofensiva militar contra los pueblos zapatistas y la dirección del EZLN.

A 17 años este crimen de Estado sigue impune. Los asesinos confesos fueron liberados y a los autores intelectuales, como a Emilio Chuayfett y Ernesto Zedillo, nadie investiga.

Los sobrevivientes cuentan, al día siguiente de la matanza, cómo fueron los hechos y de qué manera las autoridades fueron cómplices del crimen.

Por ahora es todo. Soy el Dr. Azul en Tarata 21...

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