Tarata

miércoles, 6 de mayo de 2015

Gustavo Gutiérrez: La Teología de la Liberación es una Carta de Amor a Dios, a la Iglesia y al Pueblo


Hola a todos y todas. Les recomiendo este post. Es tan pequeño de estatura que apenas se le ve en el estrado, pero, cuando toma la palabra, se eleva y se convierte en un icono gigante. Gustavo Gutiérrez participó semanas atrás en la presentación del libro 'La Iglesia pobre y para los pobres' del cardenal Müller, con prólogo del Papa y una colaboración especial del 'padre de la Teología de la Liberación'. 

Con lenguaje llano y sencillo, al alcance de todos, recordó, entre otras cosas, que la TL es "una carta de amor a Dios, a la Iglesia y al pueblo" y, quizás por eso, está más viva que nunca.

En el enorme salón de actos del colegio de 'Nuestra Señora de Belén' de las corazonistas de Lima no cabía un alfiler. Calculo que había en torno a las 1.000 personas. El todo Lima de la Iglesia de las periferias. Algo que tampoco aquí es muy habitual. "Hacía tiempo que no veía tanta gente en torno a Gustavo. Has tenido mucha suerte", decía, a mi lado, el padre Gastón Garatea, otro de los líderes de esta sensibilidad eclesial.

Entre las personalidades presentes, además de Garatea, estaba el obispo jesuita Bambarén, ya jubilado, o el ex ministro de Justicia Fernández Sesaredo. Entre el público, gente mayor, pero también de mediana edad e, incluso, bastantes jóvenes. Se nota en el ambiente que, tras años de sufrimiento y hasta de "martirio", el pontificado de Francisco les ha vuelto a dar alas.

Así lo dijo claramente el misionero español del IEME, Andrés Gallegos: "El sueño de Francisco de una Iglesia pobre y para los pobres lo cumplimos todos los aquí presentes y es parte de una larga historia de alegrías y de sufrimientos".

A su juicio, en este proceso, se puede hablar incluso de "experiencias de martirio". Desde la de monseñor Romero, a las de "otros mártires que dieron su vida día a día, gota a gota y poco a poco". Porque también en la Iglesia limeña, como en la española, la opción por este modelo eclesial de Iglesia abierta a la misericordia y a los pobres ocasionó muchas persecuciones.

Aquí, de hecho, comparan la situación que vivieron (y, en cierto sentido, siguen viviendo) con el cardenal Cipriani, con la del cardenal Rouco en Madrid. Y hablan de "dos almas cardenalicias gemelas, que trataron de imponer por medio del control el viejo modelo de la Iglesia del poder. Con la diferencia que vosotros ya os habéis librado de él y nosotros le seguimos sufriendo".

Antes de Andrés Gallegos, intervino en la presentación, el jesuita Alberto Simons y, después, la hermana Glafira Jiménez. El profesor jesuita defendió la opción por los pobres y señaló que "uno de los mayores signos de credibilidad del Dios de Jesús es optar por los pobres" y, por lo tanto, "la Iglesia sólo será fiel al Dios de Jesús, si lo es a la opción preferencial por los pobres".

En el mismo sentido, la hermana Glafira, que estudió teología en la Universidad Comillas de Madrid, subrayó que "Dios es enemigo de la muerte y de todo aquello que la provoca o la adelanta" y que "Jesús nos llama a visibilizar a los pobres, porque la opción preferencial por los pobres es una manera de hacer teología y de seguir a Jesús".

Para finalizar el acto, la intervención esperada de Gustavo Gutiérrez, que comenzó recordando la sintonía del cardenal Müller, su amigo, con la esencia de la Teología de la Liberación, que es el corazón mismo del mensaje cristiano: "Que venga a nosotros tu Reino", es decir que "venga su Reino a la historia humana, porque el mensaje cristiano está llamado a transformar la Historia con justicia, libertad, verdad, amor e igualdad".

Porque, según Gutiérrez, la TL nace de la convergencia de tres procesos: La situación de Latinoamérica en los años 60; la celebración del Concilio y su continuación en la Conferencia de Medellín. En los años 60 tuvo lugar "la irrupción de lo pobres en América Latina". Juan XXIII y el Concilio "hablan de la Iglesia de los pobres". Y Medellín "forma parte, para mí, del acontecimiento conciliar". "En ésa confluencia de factores se ubica la TL y, en ese proceso, se alimentan mutuamente", explicó.

Gutiérrez quiso dejar claro que, a su juicio, el Vaticano II no es un Concilio pastoral, como algunos tratan de repetir hasta la saciedad en un intento de desactivarlo. "El Vaticano II es el Concilio más teológico de todos los de la historia de la Iglesia".

Desde esa confluencia con el Concilio, "la TL no ha descubierto a los pobres, aunque algunos crean que sí, ni propone un tema nuevo; lo único que hace es proponer el tema de los pobres de una manera nueva". Y es que lo nuevo de la TL es "su lenguaje y el tomar mayor conciencia de las causas y de la complejidad de la pobreza"

La TL es, pues, una teología pastoral, en la que insiste mucho el Papa Francisco, porque "la Teología se hace para ayudar a la gente a vivir plenamente el Evangelio". Por eso, está cada vez más de moda. Por eso, no puede morir o "al menos, a mí no me han invitado a su entierro".

Más viva que nunca en la estela de Francisco. De ahí que el padre de esta corriente teológica termine su intervención, invitando a los presentes a "acompañar al Papa, como hermanos y compañeros de camino, como él mismo dice en el prólogo del libro".

Ovación cerrada para el pequeño-gran genio teológico, al que la gente se acerca para abrazar, hacerse selfies con él, darle la enhorabuena o, simplemente agradecerle su martirio incruento a lo largo de todos estos años de marginación y de intentos de linchamiento. La 'gárgola', que es como aquí llaman al cardenal Cipriani, "quiso eliminarlo de la presencia pública eclesial, pero no lo ha conseguido, porque la fuerza de los pobres, que es la de Dios, está con él". Y, ahora, Francisco y hasta el conservador presidente de Doctrina de la Fe, le han rehabilitado.

Por ahora es todo. Soy el Dr. Azul en Tarata 21...

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