Tarata

sábado, 8 de noviembre de 2014

Cajamarca esta Enferma de Neoliberalismo


Hola a todos y todas. Les recomiendo este post. Carlos Vera Munárriz publico el siguiente árticulo que a continuación reproducimos. "Se ha dicho mucho y se ha escrito otro tanto; pero con humildad y paradójica osadía, nos atrevemos a diagnosticar y concluir que Cajamarca está enferma de Neoliberalismo".

CAJAMARCA ESTÁ ENFERMA DE NEOLIBERALISMO

“Primero se llevaron a los judíos,  pero como yo no era judío, no me importó.
Después se llevaron a los comunistas,  pero como yo no era comunista, tampoco me importó.
Luego se llevaron a los obreros,  pero como yo no era obrero, tampoco me importó.
Más tarde se llevaron a los intelectuales,  pero como yo no era intelectual, tampoco me importó.
Después siguieron con los curas,  pero como yo no era cura, tampoco me importó.
Ahora vienen por mí, pero es demasiado tarde.”
Bertolt Brecht. 

Al escuchar ese pegajoso vals criollo que popularizaran Los Zañartu, titulado: Señorita Cajamarca, que en un fragmento a la letra dice: “Señorita Cajamarca, la novia de mi Perú, que mil riquezas abarca y es semillero de virtud”; sólo nos hace pensar en lo irónico que suena en este momento algo así. Cajamarca no es más la novia del Perú; Cajamarca es para algunos empresarios sobre todo mineros, la vedette del Perú; Cajamarca es para el gobierno la naranja a la que tenemos que exprimir, la esclava a la que tenemos que sacrificar, y por último Cajamarca es para la justicia y el estado de derecho peruano, la bruja a la que tenemos que quemar, la adúltera a la que debemos lapidar, la infiel a la que debemos sangrar para hacer respetar el sacrosanto sistema.

Luego del lamentable derramamiento de sangre cajamarquina acontecido en julio del año 2012, producto del estado de emergencia que el gobierno decretó con el objetivo de imponer el proyecto minero Conga, pese a la inmensa oposición de la población de la zona que valientemente protestó en favor de sus recursos hídricos; nuevamente Cajamarca es protagonista de la violencia gubernamental. Corría el mediodía del 30 de octubre de este 2014, y un humilde mecánico cajamarquino, sin ningún antecedente penal por violencia alguna, se vio obligado a defender con lo que pudo su vivienda; predio embargado por una deuda en intis de hace décadas, producto de la compra de una motosierra. El final fue trágico, la policía no tuvo mejor sabiduría y humanidad que asesinarlo a sangre fría para conseguir desalojarlo.

Se ha dicho mucho y se ha escrito otro tanto; pero con humildad y paradójica osadía, nos atrevemos a diagnosticar y concluir que Cajamarca está enferma de Neoliberalismo. Pero, ¿qué tiene que ver un crimen policiaco con un modelo económico?  Algún dizque analista de derecha, dirá: “Cuando no estos izquierdistas, tratando de politizarlo todo para jalar agua a su molino”. Pero la situación está clara y vale la pena reafirmarse: Cajamarca padece Neoliberalismo.

Acaso no es capitalismo salvaje, ergo neoliberalismo, pensar que un ciudadano puede perder su casa por no pagar una última letra de un préstamo que durante décadas los intereses fueron incrementándose hasta generar un monto impagable. Acaso no es neoliberalismo que tengamos un poder judicial que ordene desalojar familias de bajos recursos y jamás haya dictado un fallo que ordene a una minera reparar a una población por algún negativo impacto ambiental, o que le exija a algún propietario de canal de televisión cumpla sus millonarias deudas con la SUNAT. Acaso no es neoliberalismo, que los embargos a las viviendas de los corruptos de la dictadura fujimorista se hagan en estrictas medidas de seguridad y jamás con policías yendo de la manito junto a matones, a vista y paciencia de una jueza. Acaso no es neoliberalismo que se movilice al ejército armado hasta con tanques de guerra para reprimir a una población desarmada que no desea ver a sus lagunas convertidas en basurero tóxico de una mina. Acaso no es neoliberalismo que para combatir a los narcoterroristas ubicados en el VRAE, sin embargo, se envíe soldados con armamento inservible y alimentos podridos. Acaso no es neoliberalismo que se le impida vivir en su propia casa a un mecánico de bajos recursos, pero se le permita a una empresa minera continuar operando en un país, luego de derrames de mercurio, y de desaparecerse el río histórico de una ciudad. Acaso no es neoliberalismo que encarcelen a un opositor líder político “preventivamente” mientras se lo investiga por presunta corrupción en sus funciones bajo la Presidencia Regional, mientras que comprobados delincuentes del peculado y sentenciados por corrupción se encuentren libres, incluso sentados en el congreso. Acaso no es neoliberalismo que por asaltar un banco pueda un ladrón pasar hasta 30 años preso y por asaltar a las arcas del estado, un funcionario pueda pasar sólo 3 años privado de su libertad. Acaso no es neoliberalismo que cualquier persona, se manifieste o no, pueda morir por causa de balas policiales o militares, y estos uniformados sean absueltos por la ley 30151 con el argumento del “cumplimiento de su deber y en uso de sus armas u otro medio de defensa”; ley que por cierto fue promulgada por el Gobierno de Ollanta Humala.

Vaya, nos parece irónico también recordar a los medios de comunicación de la ultraderecha peruana cuando  se mataban diciendo que en Cajamarca la violencia era promovida por lo que, ellos llaman los "antimineros", por los "enemigos del progreso";  y que esa violencia había ahuyentado el turismo, el comercio y la inversión en la zona. Felizmente el estado y sus fuerzas del "orden" demuestran que para contrarrestar esa violencia, la mejor manera es asesinar personas desarmadas, ya sea en estados de emergencia o en desalojos, ya sean por disparos de armas compradas con dinero de todas y todos los peruanos. Suponemos que para ningún analista económico de la CONFIEP, el turismo y los negocios disminuyen si la gente muere a manos de un policía o un militar. ¡Es inverosímil!

Siempre creímos que las siglas de PNP significaban Policía Nacional del Perú, pero jamás pensamos que PNP realmente significaba: Protectora Nauseabunda del Poderoso. Finalmente para curarnos de neoliberalismo el remedio podría ser el darnos cuenta que no sólo se trata de un modelo económico, sino que además se trata de un profundo y agresivo programa ideológico. Luego de haber notado que nos venían lavando el cerebro, la importante tarea es organizarnos y combatirlo, en todos los espacios de su omnipresencia.

Por supuesto, nunca será tarde solidarizarnos con los familiares de esta última víctima cajamarquina y exigirle al gobierno la inmediata derogatoria de la ley N° 30151 que no es más que un himno al crimen de estado y la impunidad. Defendamos valores realmente democráticos, porque como bien lo escribió el poeta Javier Heraud, nuestra patria es hermosa como una espada en el aire.

Por ahora es todo. Soy el Dr. Azul en Tarata 21...

No hay comentarios :

Publicar un comentario

Nos importa tu opinión. No te vayas sin comentar.

//