Tarata

lunes, 21 de abril de 2014

Venta de Las Bambas: ¿La Inversión China se Portará Bien (Ahora)?


Hola a todas y todos. Les recomiendo este post. La Revista Semana Económica ha publicado un interesante artículo sobre la venta del proyecto minero las Bambas y las experiencias negativas de Shougang y Zijin Mining. Sin embargo SE, también asegura que hay señales de que MMG tendrá un manejo profesional y respetará los estándares en el proyecto minero. Pero, ¿Por qué la mala percepción?

La venta del proyecto minero Las Bambas a un consorcio chino liderado por MMG confirma el dinamismo de la inversión china en la minería peruana. Desde antes del deal, China ya era el principal inversionista minero del país, con el 24% de la cartera de proyectos mineros. Tras la adquisición, el porcentaje aumentó a 33%.

Pese a los enormes beneficios económicos del proyecto, existe la percepción de que las empresas chinas, en su afán comercial, no respetan los estándares ambientales y sociales, aspectos fundamentales para la sostenibilidad de la industria extractiva. ¿Realizará MMG una inversión responsable en Las Bambas?

SEMANA económica conversó sobre el tema con Cynthia Sanborn, directora del Centro de Investigación de la Universidad del Pacífico, quien ha analizado la evolución de la inversión china en la minería del Perú y el resto de la región.


¿SE PORTARÁN BIEN?

La primera empresa china que invirtió en el sector minero peruano sentó un precedente negativo sobre las inversiones chinas. Shougang llegó al Perú en 1992, cuando ganó el proceso de privatización de la estatal Hierro Perú, con operaciones en Marcona, Nazca. El caso es emblemático porque se trató de la primera compra de una empresa minera en América Latina por inversionistas chinos, recuerda Sanborn. La transacción fue por US$190 millones.

Los constantes conflictos laborales y sociales de Shougang contribuyeron a consolidar el estereotipo de ‘la empresa china rapaz’, que no se preocupa por cumplir los estándares ambientales y sociales. A ello se suman “los graves problemas de la industria minera en la China misma, y la conducta de sus empresas bandera en África y partes de Asia”, explica Sanborn.

Otro caso negativo fue el proyecto minero Rio Blanco. Un consorcio liderado por Zijin Mining, el mayor productor de oro de China, compró en el 2007 la participación mayoritaria de Monterrico Metals, la minera junior que venía desarrollando el proyecto. Pese a la ya existente conflictividad social, Zijin no realizó mayores cambios en las relaciones comunitarias, según Sanborn. En el 2009, el proyecto se paralizó por la violencia social. El conflicto ha dejado muertos, además de denuncias de torturas a comuneros. Por otro lado, la empresa estuvo involucrada en un derrame de sustancias tóxicas en China, lo que aumentó la desconfianza sobre su gestión ambiental.

El perfil del inversionista minero chino tampoco ayuda a generar confianza. La mayoría de empresas chinas son estatales, por lo que ofrecen “menor transparencia y existe mayor dificultad para influir en ellos desde afuera”, afirma Sanborn. Ello debido a la estructura autoritaria del Estado chino, liderada por un partido único.


¡SUÉLTAME, PASADO! 

Sin embargo, el caso de Shougang es excepcional, afirma la experta, pues la empresa china también ha registrado casos de contaminación y seguridad en su país. “No es necesariamente [un caso negativo] por ser una empresa china, sino por ser Shougang”, explica la investigadora. De hecho, inversionistas mineros de otros países también han incumplido con las normas. El ejemplo más claro es Doe Run Perú (DRP), la propietaria de la fundición de La Oroya que incumplió permanente las exigencias ambientales establecidas en 1997. El accionista principal de DRP es una empresa controlada por el magnate estadounidense Ira Rennert.

“Hemos entrevistado a otras empresas chinas que invierten en el Perú, y son muy conscientes del estereotipo de ‘la empresa china rapaz’”, dice Sanborn. Por ello, buscarían realizar inversiones responsables y alejarse de esta imagen, agrega.

Algunas de las empresas estatales más importantes de China sí han experimentado importantes cambios.  Hoy en día, “el gobierno chino está muy preocupado por la imagen y conducta de sus empresas en todo el mundo”, precisa Sanborn. Esto se reflejó en la transición generacional de mando político de China en el 2012. La denominada quinta generación de líderes del Partido Comunista de China, que entró al poder en el 2012, anunció como política oficial construir una civilización ecológica de la mano con cambios políticos, culturales y sociales (SE 1389).

A ello se sumó el plan de reformas de las empresas estatales, anunciado en noviembre del año pasado por el primer ministro chino. Las empresas ‘selectas’ que invierten en el extranjero tendrán mayor autonomía, pero también deberán  tener un manejo más eficiente y responsable, explica la investigadora.

La reforma también incentiva el ingreso de capitales privados a las empresas estatales, que ahora podrán alcanzar hasta el 15% del accionariado. Ello no sólo promovería una mayor eficiencia empresarial de las empresas: también mejoraría la transparencia con la que se manejan.


SEÑALES POSITIVAS

La estatal China Minmetals es una de las mineras estatales más importantes de China. Es la principal proveedora de materias primas para la industria metalúrgica china y el principal trader de acero en ese país. Posee el 74% de las acciones de MMG, la empresa que lideró el consorcio que compró Las Bambas.

Varios indicios sugieren que el manejo de MMG distará de aquel estereotipo de la ‘empresa china rapaz’:

1. MMG es una empresa internacional. Maneja proyectos mineros en países con estándares ambientales y sociales exigentes, como Australia y Canadá. Incluso las oficinas corporativas de la empresa no están ubicadas en China, sino en Australia.

2.  MMG cotiza en la Bolsa de Hong Kong, lo que le exige mayor transparencia y fiscalización de su manejo. “Minmetals [accionista mayoritario de MMG] pudo fácilmente haber adquirido la mina por su cuenta”, señala un artículo del Financial Times. El hecho de que haya sido MMG evidencia la intención del gobierno chino en aumentar la transparencia de sus empresas, sostiene el medio inglés.

3. MMG es la primera empresa estatal de China manejada por una persona occidental. Andrew Michelmore es el CEO de MMG desde diciembre del 2010. Tiene casi 30 años de experiencia en la industria minera, incluido trabajar para BHP Billiton, una de las mineras más importantes del mundo. La elección de Michelmore como CEO revela la autonomía lograda por MMG para manejarse como una empresa independiente.

4. China Minmetals y MMG han suscrito acuerdos globales por el desarrollo sostenible. China Minmetals pertenece al Pacto Mundial de Naciones Unidas, un compromiso por los derechos humanos, el medio ambiente, y lucha contra la corrupción. Además, es la única minera china que participa en EITI, una alianza que busca transparentar los ingresos que el gobierno recauda de la industrias extractivas.

MMG es miembro del Consejo Internacional de Minería y Metales, que promueve el desarrollo sostenible de la industria. Las principales mineras del mundo –BHP Billiton, Goldcorp, Angloamerican, Newmont– también son miembros.

En el Perú, China Minmetals ha realizado esfuerzos por mantener una relación positiva con las comunidades alrededor de su proyecto Galeno, destaca Sanborn. Sin embargo, este proyecto colinda con el proyecto Conga de Yanacocha, el símbolo de la conflictividad social en el país en los últimos años. La suspensión de Conga impide a Galeno avanzar.

Aún es muy temprano para realizar un balance sobre las inversiones mineras chinas en el Perú. La mayoría de proyectos de capitales chinos recién está en etapa de exploración. Chinalco, otra estatal china importante que también compitió por comprar Las Bambas, recientemente inició operaciones su proyecto Toromocho, en Junín. Se trata del segundo proyecto minero más importante del país, después de Las Bambas. La empresa ha tenido conflictos con la comunidad que debió reubicar para desarrollar, aunque Sanborn reconoce un “esfuerzo” por cumplir con estándares sociales.

El poder político y económico de China, sumado a las crecientes relaciones comerciales con el Perú (es nuestro primer socio comercial) abren la posibilidad de que el gobierno chino ‘negocie’ con las autoridades peruanas para ‘flexibilizar’ la fiscalización a las empresas chinas. En el pasado, “el Estado peruano fue laxo con Shougang, pese a los problemas ambientales y laborales”, afirma Sanborn, debido a la entonces importancia que entonces representaba la inversión minera en el sector.

Sin embargo, la reciente paralización del proyecto Toromocho por la OEFA –la autoridad ambiental peruana que fiscaliza las operaciones mineras grandes–, indicaría que las mineras chinas deberán cumplir las mismas normas que el resto.

Por ahora es todo. Soy el Dr. Azul en Tarata 21...

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