Hola a todos y todas. A propósito de límites, les recomiendo el siguiente artículo de Ocram, que hace referencia a los límites de la libertad de expresión y privaciadad en la red.
Los otros límites
Por: Marco Sifuentes
Desde el lunes se está llevando a cabo una reunión internacional que podría definir para siempre nuestros límites. Se trata de un evento que, si cumple sus objetivos, podría histórico, aunque eso no signifique necesariamente buenas noticias. No se trata de la fase oral de La Haya, sino de la reunión de la ITU, y los límites que podría definir no son territoriales sino los de nuestra libertad misma. La ITU (Unión Internacional de Telecomunicaciones) es uno de esos organismos de la ONU que nadie conoce muy bien en realidad. Es una institución vieja, desfasada, heredera de la Unión Internacional de Telégrafos (sí, telégrafos), fundada en 1865. La última vez que la ITU convocó a una reunión fue a finales de los antediluvianos años 80.
Su campo de acción han sido las redes de telecomunicación y las frecuencias de radio pero, desde el lunes, ha convocado a un encuentro en Dubai para ampliar su autoridad reguladora hacia Internet. La cumbre durará 12 días y están asistiendo 193 países miembros, incluido el Perú.
Los debates se realizan a puertas cerradas pero algunas propuestas ya son conocidas y la mayoría proviene de países que luchan agresivamente para controlar Internet. El año pasado, China, Rusia, Tajikistán and Uzbekistán remitieron a la Asamblea General de la ONU una propuesta para un “Código Internacional de Conducta para la Seguridad de la Información.” El objetivo: establecer “normas internacionales para estandarizar la conducta de los países respecto de la información y el ciberespacio”.
Otras propuestas incluyen dar a los gobiernos más poder para monitorear y controlar el tráfico de Internet, privar del acceso a la red por una amplia gama de razones y, para citar la explicación de Access, “definir el spam de un modo tan amplio que justificaría bloquear cualquier cosa, desde fotos de lindos gatitos hasta campañas de derechos humanos”. Además: acabar con el anonimato en la web y trasladar el sistema privado de asignación de IPs y dominios a la ONU.
Algunos países han adelantado su simpatía por estas propuestas porque consideran que los organismos actuales que de alguna manera administran Internet, a pesar de ser privados, se encuentran demasiado vinculados al gobierno de los Estados Unidos (por ejemplo, la relación entre el ICANN y el Departamento de Comercio norteamericano).
Vinton Cerf, uno de los “padres” de Internet, advirtió de esta situación hace meses. Solo basta un dato para ilustrar de la creciente pugna entre los gobiernos y la libertad en la red: en el 2002, solo 4 países censuraban Internet; ahora son 40.
Internet creció al margen de los gobiernos. Su crecimiento se basa en la apertura, la descentralización y la neutralidad, en resumen, en la libertad consensuada. Mientras la red no había sido apropiada por las mayorías y usada para conseguir impactos reales en el mundo, a los Estados no les interesó meterle la mano. Ahora el escenario ha cambiado y, de pronto, los gobiernos descubren que necesita mucha regulación. Pasa en Dubai y pasa en Perú.
Su campo de acción han sido las redes de telecomunicación y las frecuencias de radio pero, desde el lunes, ha convocado a un encuentro en Dubai para ampliar su autoridad reguladora hacia Internet. La cumbre durará 12 días y están asistiendo 193 países miembros, incluido el Perú.
Los debates se realizan a puertas cerradas pero algunas propuestas ya son conocidas y la mayoría proviene de países que luchan agresivamente para controlar Internet. El año pasado, China, Rusia, Tajikistán and Uzbekistán remitieron a la Asamblea General de la ONU una propuesta para un “Código Internacional de Conducta para la Seguridad de la Información.” El objetivo: establecer “normas internacionales para estandarizar la conducta de los países respecto de la información y el ciberespacio”.
Otras propuestas incluyen dar a los gobiernos más poder para monitorear y controlar el tráfico de Internet, privar del acceso a la red por una amplia gama de razones y, para citar la explicación de Access, “definir el spam de un modo tan amplio que justificaría bloquear cualquier cosa, desde fotos de lindos gatitos hasta campañas de derechos humanos”. Además: acabar con el anonimato en la web y trasladar el sistema privado de asignación de IPs y dominios a la ONU.
Algunos países han adelantado su simpatía por estas propuestas porque consideran que los organismos actuales que de alguna manera administran Internet, a pesar de ser privados, se encuentran demasiado vinculados al gobierno de los Estados Unidos (por ejemplo, la relación entre el ICANN y el Departamento de Comercio norteamericano).
Vinton Cerf, uno de los “padres” de Internet, advirtió de esta situación hace meses. Solo basta un dato para ilustrar de la creciente pugna entre los gobiernos y la libertad en la red: en el 2002, solo 4 países censuraban Internet; ahora son 40.
Internet creció al margen de los gobiernos. Su crecimiento se basa en la apertura, la descentralización y la neutralidad, en resumen, en la libertad consensuada. Mientras la red no había sido apropiada por las mayorías y usada para conseguir impactos reales en el mundo, a los Estados no les interesó meterle la mano. Ahora el escenario ha cambiado y, de pronto, los gobiernos descubren que necesita mucha regulación. Pasa en Dubai y pasa en Perú.
Por hoy es todo, soy el Dr. Azul en Tarata 21...
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